Block de hojas amarillas: Visiones y visionarios

06 marzo, 2007

Visiones y visionarios

En una época donde lo virtual domina los ambientes y los medios de comunicación son un programa multiusos a nuestra disposición, parece que la naturaleza ha dejado de ser el tema prestigioso del arte y se ha vuelto un anacronismo, una forma arcaica de ver el mundo. Pero el mundo, a pesar de lo que digan todos los pixeles de la era digital, sigue aquí entre nosotros, como un acto de resistencia, como una percepción más honda, más cierta, más necesaria que nunca para entender quiénes somos, para comprender nuestros deberes y compromisos, como individuos y como sociedad, con la realidad que nos circunda y nos sostiene.
Y este deseo por ver el mundo tal como es y mostrarlo a los demás sin más filtro que sus ojos es el empeño en que están inmersos dos fotógrafos bajacalifornianos de primer nivel: Arturo Casillas (nacido en Nayarit en 1943 y avecindado en Mexicali desde joven) y Víctor Everardo Beltrán Corona (Mexicali, 1951), quienes son miembros del legendario grupo fotográfico Imágenes, pero que en los últimos años han trabajado por su cuenta y riesgo desde las trincheras de la fotografía tradicional.
Unidos bajo el título de Visiones, ambos fotógrafos cachanillas nos presentan los tesoros visuales que han tenido la sabiduría de captar con sus cámaras en lugares tan distantes entre sí como el gran cañón del Colorado en los Estados Unidos de América y el lago Titicaca en el Perú, el malecón del puerto de la Habana y la mesa de Andrade en Baja California, los volcanes de Costa Rica y las carreteras fluviales de Panamá, la isla de los Uro en Perú y el faro de Puerto Peñasco, las rocas de Rosarito y el valle de Bravo, el Mineral del Chico en el estado de Hidalgo y la bocana de Huatulco, entre muchos otros. Fotografía conciente del entramado vital que nos acuna y alimenta.
No hay aquí medias tintas: esta doble exposición se bate en duelo por el honor de la fotografía de paisaje, de nuestro paisaje americano, continental. Este par de fotógrafos se lanza a capturar las maravillas de la naturaleza y, sobre todo, a escudriñar el impacto visual de la luz que estalla como un surtidor de colores y matices.
La hermosura de estas fotografías pasa directamente al espectador, pues tanto Beltrán como Casillas buscan compartir las emociones que ellos mismos tuvieron al fotografiar estos mares, llanuras, desiertos, costas, ríos y praderas, este paraíso inmaculado que todavía sigue siendo de una materialidad apabullante, de una belleza sin par, es decir, desmedida y feraz, intensa y estremecedora, punzante y sólida.
Ya lo dice Víctor Beltrán: “En la naturaleza aflora la vida en todas sus manifestaciones, con todos sus contrastes. Siempre hay algo que tomar incluso en el paisaje menos propicio, siempre hay colores que brotan de repente, texturas que están ahí, esperando que las descubramos y preservemos con nuestras cámaras, con nuestras miradas”. Y Arturo Casillas agrega: “Como estamos metidos en las ciudades, olvidamos ver más allá de cables y calles y tráfico, olvidamos ver el silencio, los espacios abiertos, los detalles que ofrece la naturaleza en su vivacidad, en su resplandor de todos los días”.
Para estos artistas de la lente, la belleza natural sigue siendo un desafío, una oportunidad de respetarla en sus frutos y flores, en sus nubes y manantiales, en sus ocasos y amaneceres, en sus rugosidades y mareas. Visiones es la obra conjunta de dos visionarios que han visto el Edén y en vez de disfrutarlo para sí han preferido ser generosos y nos lo han obsequiado en cuadros de intacta hermosura, en trabajos visuales que rescatan la realidad de momentos y lugares que siguen siendo parte del legado vital del planeta en que vivimos, parte esencial de la vida en todas sus formas y colores, con todos su nitidez y transparencia. Es decir: como agua y viento, como aire y fuego, como luz y sombra. La intacta verdad que nos rodea. El arte medular de nuestro mundo.

Etiquetas: