Block de hojas amarillas: mayo 2003

29 mayo, 2003

VIOLINES


Cuando pienso en música el primer instrumento que se me viene a la mente es un violín, tal vez porque mi padre fue violinista toda su niñez y buena parte de su juventud y, según sus propias palabras, fue un violín barato de Paracho el que le sirvió de salvavidas para escapar de su pueblo, Chinicuila de Oro, en la alta serranía de Michoacán. Primero, de niño, como integrante de la banda del pueblo y, más tarde, como violinista de una banda militar, se labró un camino propio, desde los 14 años de edad, en el ejercito nacional de “mi general Lázaro Cárdenas”. El violín fue, en todo momento, tan importante y vital para su sobrevivencia como el máuser que cargó de Morelia a Texcoco, de la ciudad de México a Mazatlán. Sólo cuando cambió el violín por el teletipo, ya como radiooperador titulado en la escuela militar de comunicaciones, es que la interpretación musical fue quedando a un lado, como una habilidad aprendida pero cada vez menos practicada. Por eso, cuando yo era niño y le pedía tocara el violín que decoraba alguna repisa de la sala o el comedor de nuestra casa en Mexicali, se negaba a hacerlo aduciendo uno y mil pretextos, especialmente que ya no recordaba cómo tocarlo: “El violín es cosa delicada”, decía, “o lo tocas bien o lo dejas en paz”. Ahora que veo películas donde aparecen gitanos tocando violines callejeros en la vieja Europa, pienso en mi padre y en el violín que aún permanence, silencioso, en la sala de la casa: con la música por dentro, como un príncipe rojo que duerme el sueño del tiempo y que sólo timbra cuando el arco de la memoria se desliza por sus cuerdas, cuando su caja de resonancia expande el sonido de la ausencia. Mi nostalgia se acentúa al intentar percibir lo que nunca he oído, al querer escuchar las melodías que preserva un violín barato de Paracho, como si éste fuera una lámpara maravillosa cuyo genio sigo sin poder liberar de su interior, cuyos secretos son una partitura que no alcanzo a leer. Mientras tanto, el violín reposa, silente, como un barco de madera despojado de su velamen: aguardando una travesía de la que ignoro sus acordes, sus pausas, su tono. Un violín que me pertenece por herencia: con solo mirarlo.

28 mayo, 2003

Presentación del libro
Trebejos
de Gabriel Trujillo Muñoz
Premio Estatal de Cuento 2000
Viernes 30 de mayo, 20:00 horas
Café Literario del Teatro del Estado
Mexicali

05 mayo, 2003

Dog Fan

Me gustan los perros que no marcan
Al paso de la gente su territorio
Y siempre se están yendo para no volver

Me gustan los perros de porcelana
Que los niños destrozan por accidente
Y los perros de peluche que no hacen daño ni a una mosca

Me gustan los perros que venden
En los restauranes chinos: los que parecen
Terneras miserables: faisanes exóticos: gallinas de Pekín

Me gustan los perros muertos que rompen
Con la monotonía de las calles
Sobre todo si su dueños los llamaban
"Asesino": "Destroyer" o "Tiburón"

Me gustan los perros que no ladran
Los que no muerden ni a su propia sombra
Esos son los únicos perros que realmente aprecio

Mis mascotas favoritas
Los mejores amigos de la humanidad

04 mayo, 2003

Aprece hoy en Crossfader v.3000:

Saturday, May 03, 2003:

de prueba


Así esta el blog «Block de hojas amarillas» del escritor mexicalense Gabriel Trujillo Muñoz, check this out (aquí). No sé si sea de él, o una broma. Ya leeremos.
rafa // 7:12 PM que, nadie ha dicho nada!(0)

03 mayo, 2003

Se solicita escritor fantasma para trabajar a destajo todo el año.
Requisitos:
1. Disponibilidad de horarios.
2. Tarjeta que lo identifique como miembro de la Asociación de Masoquistas Anónimos.
3. Edad mínima requerida: 8 años.
4. Edad mental requerida: 2 años.
5. Cualquier sexo es aceptable.
6. Capaz de perdonar todas las ofensas.
7. Salario según las capacidades y se pagará por tres husseins por libro publicado.
8. El solicitante deberá presentar certificado del taller literario de La Castañeda o Bedlam.
9. El solicitante traerá sus propias herramientas de trabajo y cubrirá todos sus gastos.
10. El solicitante no tendrá derechos de antigüedad y no gozará de vacaciones en alguna época del año.
11. El solicitante deberá recordar la máxima clásica: “Si te duele la mano de tanto teclear, usa la otra mano”.
12. Fotografía de frente y de perfil (sin camisa de fuerza, por favor).
13. No se aceptan escritores conocidos (esos ya son escritores fantasmas).
14. Carta de no antecedentes penales, perdón, culturales.
15. Experiencia previa mínima de dos años en el show de David Coperfield o como doble de Homero Simpson.
16. El solicitante agradecerá cada noche, y según la religión que profese, la formidable oportunidad de ser un escritor fantasma a las óredenes de Gabriel Dark Vader Drácula Trujillo.

01 mayo, 2003

Casi...

Ya viene...

¡Próxima inaguración!